Las cocinas abiertas son muy populares en los hogares de hoy. Hacen que la cocina parezca grande y te permiten cocinar, comer y pasar tiempo con tu familia o amigos en un solo espacio. Pero hay un problema principal: cuando cocinas, el humo, los olores y la grasa pueden esparcirse por toda tu casa.
Es aquí donde las campanas extractoras vienen al rescate. Las campanas ayudan a mantener el aire de tu cocina limpio al absorber el humo, los olores y la grasa. No solo eliminan lo malo; también aseguran que el aire se mantenga fresco y seguro para respirar. En este artículo, hablaremos sobre cómo las campanas mejoran la calidad del aire, qué sucede si no usas una, y si estás buscando comprar una campana, te mostraremos las dos mejores opciones.
Por qué es importante la calidad del aire en cocinas abiertas
Cuando cocinas, no solo estás haciendo comida. También estás creando vapor, humo y pequeñas partículas de grasa que se meten en el aire. Algunas de estas cosas pueden ser malas para respirar, como el monóxido de carbono que proviene de las estufas de gas. En una cocina cerrada, estos contaminantes se quedan en una habitación, pero en una cocina abierta, pueden ir a todas partes.
Respirar aire contaminado puede causar problemas. Puede hacer que tus ojos o garganta se sientan irritados, y con el tiempo, podría enfermarte a ti o a tu familia. Si cocinas mucho, mantener el aire limpio es realmente importante, y por eso las campanas extractoras son tan útiles.
Cómo las campanas ayudan a limpiar el aire
Las campanas son como superhéroes de la cocina. Aquí está cómo mantienen el aire limpio:
- Eliminan el humo y los olores: Cuando cocinas, el humo y los olores suben de la comida. La campana los absorbe antes de que se esparzan por la casa. Algunas campanas envían el humo al exterior a través de una tubería, mientras que otras lo filtran y devuelven aire limpio a tu cocina.
- Atrapan la grasa en el aire: Freír alimentos envía pequeñas gotas de grasa al aire, que pueden pegarse a los gabinetes, encimeras y hasta a los muebles. Una campana atrapa esa grasa antes de que pueda hacer un desastre, manteniendo tu cocina más limpia.
- Eliminan productos químicos dañinos: Cocinar, especialmente en estufas de gas, libera sustancias dañinas como el monóxido de carbono. Las campanas eliminan estos productos, haciendo que el aire sea más seguro para respirar.
- Controlan el vapor y la humedad: Cocinar produce vapor, y demasiada humedad en la cocina puede causar problemas como el moho. Las campanas absorben el vapor, manteniendo tu cocina seca y protegida del moho.
- Mueven el aire: Las campanas ayudan a que el aire se mueva, por lo que tu cocina y las áreas de estar no se sienten sofocantes. Esto hace que el espacio sea más cómodo.
Qué pasa si no usas una campana
No usar una campana puede causar muchos problemas. Aquí están algunos de los riesgos:
- Problemas de salud: Sin una campana, el humo y los productos químicos de la cocción se quedan en el aire. Respirarlos puede hacer que te sientas mal, especialmente si tienes asma o alergias. Con el tiempo, estos contaminantes pueden causar problemas graves de salud.
- Demasiada humedad: Cocinar produce vapor. Si no tiene una forma de salir, puede hacer que tu hogar esté demasiado húmedo, lo que puede llevar a la formación de moho. El moho es malo para la salud y puede dañar tu casa.
- Acumulación de grasa: Sin una campana, la grasa de la cocción se pegará a los gabinetes, paredes e incluso a los muebles. Con el tiempo, se convierte en un desastre pegajoso difícil de limpiar y que hace que tu cocina se vea sucia.
- Peligro de incendios: La acumulación de grasa cerca de la estufa puede causar incendios peligrosos. Si se acerca demasiado a una fuente de calor, puede prenderse fuego fácilmente. Una campana elimina la grasa, haciendo que tu cocina sea más segura.
- Malos olores: Los olores fuertes de la comida, como los del pescado o el tocino, pueden hacer que toda tu casa huela mal. Sin una campana, los olores se quedarán y se impregnarán en los muebles y la ropa, haciendo que tu hogar sea menos agradable.
Los beneficios de usar una campana
Aquí hay cinco grandes razones por las cuales una campana es útil:
- Aire más limpio para respirar: Una campana extrae todo lo malo del aire, como el humo, el vapor y la grasa. Respirar aire más limpio es mucho más saludable y hace que cocinar sea más cómodo, especialmente si tú o alguien en tu hogar tiene asma o alergias.
- No más olores persistentes: Sin una campana, los olores fuertes de la cocina pueden quedarse en tu hogar por horas o días. Una campana absorbe estos olores de inmediato, para que no se queden. Esto mantiene tu casa oliendo fresca y tus muebles no absorberán los olores de la comida.
- Menos limpieza después de cocinar: Cuando fríes o cocinas con aceite, la grasa entra en el aire y se adhiere a todo. Una campana atrapa esa grasa antes de que se asiente en los gabinetes, encimeras y paredes. Esto significa menos limpieza para ti y una cocina más limpia.
- Menor humedad en la cocina: Cocinar con vapor puede hacer que tu cocina esté húmeda. Demasiada humedad puede llevar a la formación de moho. Una campana ayuda al absorber el vapor, manteniendo el aire seco y previniendo el moho.
- Un ambiente de cocina más seguro: La grasa y el humo en el aire no solo son malos para respirar, sino que también pueden ser peligrosos. La grasa puede prenderse fuego fácilmente, especialmente cerca de la estufa. Una campana ayuda a eliminar la grasa y el humo, haciendo que tu cocina sea más segura para cocinar.
Conclusión
Las campanas son los héroes de las cocinas abiertas. No solo detienen el humo y los olores; también mantienen el aire de tu cocina limpio, seguro y fresco. Sin una campana, el aire de tu cocina puede volverse contaminado, grasiento e insalubre. Pero con una, obtienes una cocina más limpia, aire más saludable y un espacio de cocina más seguro. Por lo tanto, si estás buscando una campana, recuerda elegir una lo suficientemente potente, del tamaño adecuado y que se ajuste al estilo de tu cocina. Con la campana adecuada, puedes disfrutar de tu cocina abierta sin preocuparte por el humo, los olores o el aire sucio.